El pabellón de Aragón -tiene forma de cesta-, fue uno de los edificios principales de la Expo 2008 que se pudo visitar en Zaragoza desde el 14 de junio hasta el 14 de septiembre de 2008. El diseño y construcción del edificio recayó sobre el aragonés Daniel Olano del gabinete Olano y Mendo Arquitectos. Se proyectó en 21,7 millones de euros y finalmente costó 29,6 millones.
Otro derroche de dinero al igual que el Pabellón Puente, El Pabellón de España y alguno más de los que seguiré hablando.
Ya en el 2013 el Heraldo de Aragón daba una noticia en titulares: La degradación del Pabellón de Aragón, a la vista de todos.
La rotura de una de las puertas del edificio airea la dejadez de un emblema de la ciudad abandonado por la Administración.
Es solo un paso más en la degradación de uno de los emblemas recientes de la ciudad. El que fuera Pabellón de Aragón durante la Expo de Zaragoza de 2008 ha sufrido un nuevo percance, en este caso la rotura de una de sus puertas de acceso, que deja a la vista de cualquier viandante las penurias de este edificio abandonado.
La Asociación Legado Expo ha hecho públicas unas imágenes que demuestran la dejadez con que la Administración trata a la conocida “cesta” de Ranillas, y critica su estado tras “años de vandalismo”. La obra de Olano y Mendo ha sufrido continuos ataques, suciedad, pintadas y el deterioro habitual cuando se deja sin actividad un edificio de estas características.
Cerrado desde 2008, la DGA busca ideas para su reactivación. Ha sonado como consejería de Educación, biblioteca pública, dependencias judiciales… pero de momento sigue sin interesados, ni tras poner sus más de 3.000 metros cuadrados en alquiler para la iniciativa privada.
El Periódico de Aragón por su parte comentaba : Desde el año 2008, son muchas las personas que llegan a Zaragoza atraídas por la singular arquitectura de la Expo Zaragoza. La Asociación Legado Expo, tuvo que ejercer de anfitriona y guía de un grupo de personas de numerosas nacionalidades que llegaban a la capital aragonesa atraídos por el legado que había dejado la muestra internacional de 2008. Sin embargo, si de algo sirvió la visita, fue para mostrar el abandono de un legado.